«En cada tentación de las que padecemos en esta vida luchan dos dos amores opuestos: el del mundo y el de Dios.
Lucha con valor, porque la corona de la victoria se ha prometido únicamente a aquellos que combaten. Mira pues, de frente a tu enemigo y ten presente que si sales vencedor, serás coronado. La lucha está dentro de ti mismo; no temas a enemigos venidos de fuera; véncete a ti mismo y tendrás vencido al mundo. ¿Qué te podrá hacer cualquier enemigo exterior, sea el diablo o alguno de sus ministros?. Lucha pues, y lucha con esfuerzo. El mismo que te regeneró, es el juez de la lucha; y el mismo que te ha hecho descender a la arena; está dispuesto para coronarte si consigues la victoria.
Una cosa es, sin combatir, disfrutar de una paz verdadera, otra, combatir y cnseguir victoria; otra combatir y ser vencido; y otra, sin pelear, ser vencido. Para vencer, coloca tu esperanza en aquel que te ha mandado combatir, y con el auxilio del que te ha ordenado que combatas, conseguirás el triunfo sobre tus enemigos».
Kempis agustiniano
Impresionantes meditaciones. Me quedo con el último párrafo.
Sabemos que en el mundo las más de las veces el vencedor es el poder. Que «somos soldados derrotados en una causa invencible». (Casaldáliga). Creo que el triunfo consiste en continuar la lucha en el bando adecuado.
Isa: a tu preciso comentario, quisiera añadir…ni luchas, ni guerras, ni bandos vencedores, ni vencidos, ni soldados derrotados. Eso debe quedar en el olvido de una llamada guerra civil que ya pasó. Ahora lo que prima es servir a la verdad, no dejarse vencer por el diablo, y conseguir la verdadera libertad de los Hijos de Dios. Y todo ello, dentro de esta hermosa cita del Kempis agustiniano. Mi única victoria es Jesucristo, pobre y crucificado.
Un gran comentario y una opinión certera e inspirada, Isa. Todavía no sabemos si estamos en el bando vencedor, pero te aseguro que es el bueno.
Hospitalario, Isa siempre apunta muy alto. Ella sabe que goza de mi estima y aprecio incondicional.
Y tú del mío. Intercambiamos puntos de vista.
Jesucristo estaba de parte de los pobres, Imparcial. Si estás con ellos, por fuerza estás frente a los explotadores, no sé quién mejor puede representar y personalizar al diablo. Eso no significa lucha armada. No te asustes por Casaldáliga, él no fue jamás violento y se libró de las iras del Vaticano, no es uno de los represaliados.
¿Cómo que nada de guerras ni bandos pero sí vencer al diablo? Hay que luchar, sí, frente al mal absoluto que no es tan abstracto, lo ejercen hombres e instituciones muy concretas.
Isa, no me asusto por Casaldáliga. Ni por nadie. Mi madre me parió libre de toda atadura. Estoy con los marginados de la sociedad y contra todo tipo de explotadores. ¡Aquí estoy para luchar!