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Capilla de Juan el Bautista

~ "Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo". Evangelio de Marcos

Capilla de Juan el Bautista

Archivos mensuales: octubre 2014

La paz del espíritu

15 miércoles Oct 2014

Posted by Hospitalario in reflexión

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imitación del corazón de jesús, la paz del espíritu

Lluvia y nubes
Niño rezando
Fuente

            En medio del temporal, del marasmo y de la tormenta, surge un claro. Las aguas se aquietan y el vendaval cesa. Entonces la señal se oye clara y la luz se hace nítida. En ese breve lapso de tiempo podemos volver a gobernar la nave y pasar andando entre las aguas abiertas.

           «Si quieres resistir provechosamente a las tentaciones del diablo y frustrar sus malvados planes del infierno, permanezca en paz tu espíritu. Como el enemigo sabe que mientras el alma se conservare en paz, vale poco contra ella, se empeña en perturbarla en mil maneras. Cuando algo de esto te aconteciere, no te turbes ni pierdas el sosiego. Mientras permanezcas en paz, todo estará seguro, pues si empiezas a turbarte, todo empezará a peligrar, pues el enemigo se contenta solo con obtener la perturbación que desea. Porque no espera el poder derribarte de la primera acometida, sino poco a poco turbar primero tu corazón, cansarte luego, desequilibrarte después , y a la postre perderte.

              Acostúmbrate a sufrir con paciencia las contrariedades, a escuchar en silencio lo que desagrada, a estar sosegado entre las turbulencias y a permanecer tranquilo ante el estrépito del mundo. Con todo, siempre queda en tu poder el conservar la paz, pues dispones del libre albedrío. Ni la malicia del infierno, ni la perversidad de las personas, ni contrariedad alguna vale para perturbar tu corazón, si tú te empeñas en lo contrario». *

   Nota: * Imitación del Corazón de Jesús,

Lo que debe ser hecho

14 martes Oct 2014

Posted by Hospitalario in reflexión

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el soplo del espíritu, lámpara encendida, penumbra

 

En la penumbra
La lámpara encendida

          No me elegisteis  vosotros a mí; fui yo quien os elegí a vosotros. Y os he designado para que deis fruto abundante y duradero. Juan 15, 16

          Siempre el mismo sitio, siempre el mismo lugar, pero esta vez había una sensación diferente. Con la penumbra, la señal fue más clara. Lo que debe ser hecho ya no puede demorarse más. Empieza a no haber más tiempo. Las piedras esperan, las personas no. Quienes estuvieron aquí en el pasado hoy ya no están, y quienes estamos hoy podemos no estar en el futuro. Así cambia la vida ante nuestros ojos. Siempre es la misma obra, siempre con distintos actores. De todo lo que ha ocurrido aquí, a lo largo de casi un siglo, apenas queda constancia. Hemos dado vida y luz a una parte de esa historia. Hay algo que debemos hacer y que ya no puede demorarse. Esto es importante y debe ser hecho ya. La lámpara está encendida y nos está esperando.

             «Pero si con el corazón sosegado e impertérrito vas obediente a donde El Espíritu te condujere y sigues la dirección contra tu propio sentido, pasarás ileso por las tentaciones. Encontrarás a menudo que son aquellos mismos que te estaban obligados por el agradecimiento, amistad u oficio, los que te serán infieles e incluso adversarios. Pero aun en el exterior ocurrirán muchas cosas que te conmoverán y agitarán tu espíritu, si no estuvieses en la paz bien afianzado.

             Los santos más versados e instruidos en los caminos ocultos de la vida espiritual nos enseñan que el demonio, espíritu malo y torcido, acostumbra a tentar más, a aquellas personas que se ejercitan en la adquisición de las virtudes, o a quienes deben llevar a cabo alguna labor por el mandato del Espíritu.

Cuando arrecia el temporal

09 jueves Oct 2014

Posted by Hospitalario in textos y referencias

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Abad de Poblet, José Alegre, senderos hacia la belleza, sobre la consideración, temporal de poniente

Temporal de poniente
Puertos de Melilla y Beni enzar

            Senderos hacia la belleza. José Alegre, abad de Poblet (Ed. PPC)

       Sustráete de las ocupaciones al menos algún tiempo. Cualquier cosa menos permitirles que te arrastren y te lleven a donde no quieres. ¿Quieres saber a dónde?. A la dureza del corazón. Y no me preguntes qué es dureza de corazón. Corazón duro es aquel que no se espanta de sí mismo, porque ni lo advierte. Ningún corazón duro llegó jamás a salvarse, a no ser que Dios, en su misericordia, lo convierta en un corazón de carne. ¿Cuándo es duro el corazón?.  Cuando no se rompe por la compunción, ni e conmueve con la oración. No cede ante las amenazas y se encrespa con los golpes. Es ingrato a los bienes que recibe, desconfiado de los consejos, cruel en sus juicios, cínico en lo indecoroso, impávido ante los peligros, inhumano con los hombres, temerario para lo divino. Todo lo echa a la espalda, nada le importa el presente. No teme al futuro. Del pasado solo recuerda las injurias que le hicieron. Es de corazón duro el que ni teme a Dios ni respeta al hombre.

        Hasta este extremo pueden llevarte estas malditas ocupaciones,si, tal como empezaste, siguen absorbiéndote por entero sin reservarte nada para ti mismo*.

         Nota: *Meditaciones de San Bernardo al Papa Eugenio III

Suma Teológica

07 martes Oct 2014

Posted by Hospitalario in reflexión

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después de cristo, jesús de nazaret, suma teológica

 

Atardecer en Melilla
Después de Cristo
Jesús de Nazaret

          Todo lo que no se pueda compartir, escribir o dar testimonio de ello está destinado a perderse, sin embargo, no todo puede ser dicho o escrito. Desde hace años, un amigo me está proveyendo de muy interesantes libros sobre teología. No digo el nombre, porque en este mundo la envidia es un alimento para muchas almas. Hay cosas que no pueden ser compartidas. En los pasillos de La Iglesia, reinan sombras que devoran cualquier luz, y en ellos el chisme y el rumor suelen ser constantes. No hay nada más receloso que «un capillita» ni aguas más oscuras que las de los que medran en los aledaños de La Iglesia. Si se quiere sobrevivir y proponer algo nuevo, que realmente sirva e ilumine, no se debe entrar nunca en esos pasillos, porque solo se conoce la puerta de entrada. De una de mis mejores frases, publicada en un artículo escrito, se ha apropiado alguien y ha obtenido con ella grandes elogios y parabienes.

          Esos libros me sirven para dar con ideas nuevas y a veces proporcionan interesantes reflexiones. No creo en la teología doctrinal o académica, por eso exploro en otros libros, que pueden considerarse claramente contrarios, como el del teólogo ateo, para descubrir la verdad de las cosas, sobre todo porque ayudan a identificar las mentiras, con las que nos han inundado durante siglos. Estos libros ofrecen un análisis muy detallado del texto evangélico y neotestamentario, realizado desde los escritos originales y enseñan a distinguir el trigo de la cizaña. Se trata de Alfredo Fierro y su «Después de Cristo». Si se lee con atención, hay que partir de cero. Queda en pie muy poco. También he leído el «Jesús de Nazaret» de Joseph Ratzinger, que pese a ser un muy buen texto, no consigue disipar las sombras de los principales exégetas críticos con la doctrina y la interpretación oficial. Son ya aguas muy profundas y oscuras, en donde lo que resplandece es muy poco.

           Hay siempre que estar atento a la llegada del cuervo para que no se coma el grano. La magnitud del engaño sobrecoge, sobre todo cuando se accede a estos análisis rigurosos, sin otra pretensión que la de mostrar aquello que es cierto.

            Entre la luz y la tiniebla debemos escoger nosotros solos, sin que medie la posibilidad de ayuda alguna.

La capilla de Juan el Bautista

05 domingo Oct 2014

Posted by Hospitalario in reflexión

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capilla de juan el baustista, santuario de juan el bautista

 

Velones
Capilla Centro Asistencial

                        Dos años y 10.000 visitas

        Ciertamente la mies es mucha, pero los obreros pocos. Por eso, pedidle al dueño de la mies que mande obreros a recogerla, Andad y ved que os envío como a corderos en medios de lobos. No llevéis bolsas, ni monedero, ni sandalias, y no os detengáis a saludar a nadie en el camino. Cuando entréis en una casa, saludad primero diciendo: Paz a esta casa Si en ella hay gente de paz, vuestro deseo de paz se cumplirá; si no, no se cumplirá. Lucas 10, 1-5

        Hace dos años que cree esta lugar de reposo, meditación y paz. Aquí no ha entrado la guerra, aunque hubo algunos intentos que fueron cercenados desde el primer instante. Dos años y 10.000 visitas, una cifra realmente grande para un blog de este tipo. Aquí no hay religión oficial, ni doctrinas ni dogmas de tipo alguno. Hay lo que cada una/o quiere encontrar en él, pero para encontrar algo, primero debe tenerlo dentro de sí. Quien busque y venga en paz, la encontrará. Quien busque luz, primero debe albergarla dentro de sí, y la hallará, y verá nuestra llama siempre encendida. Este lugar se mantiene en penumbra, porque así la pequeña lámpara que lo ilumina, hace apreciar mejor los detalles, pero aquí no hay sombras.

      La mies es mucha, y los trabajadores muy pocos. Fuera esperan el frío y los lobos. Muchas veces los representantes oficiales de la Fe están llenos de sombras y por eso mucha gente anda confundida. Hay demasiados señuelos y luces muy llamativas tras las que no hay nada. Hay muchos que están seguros de sí mismos, porque jamás se han enfrentado a nada que los ponga en cuestión. Algunos sí hemos mirado muy de cerca al diablo, y hemos visto su obra, el mal. Cuando eso ocurre, desaparece toda convicción.

        Necesitamos la luz y la señal constantemente, al igual que todos los días necesitamos que el Sol vuelva a salir. La única manera de continuar es esa. La mayor parte de las veces, caminamos sobre las espinas de la duda, buscando la luz con las manos. Si se mantienen encendidas, siempre se encuentran.

Hasta el último instante

03 viernes Oct 2014

Posted by Hospitalario in reflexión

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el último instante, el final de la vela

 

El último instante
Mantener las luces

        Los escribas del partido de los fariseos, al verle comiendo con los pecadores y los publicanos, decían a sus discípulos: ¿Por qué como y bebe con los pecadores y publicanos?. Como lo oyera Jesús, les dijo: No tienen necesidad de médico los sanos; no vine a llamar a los justos, sino a los pecadores. Marcos 2, 16-17

       Si hay algún lugar en donde se percibe con mayor crudeza el paso del tiempo es en esta capilla, porque esa irregularidad en las publicaciones muestra claramente el inexorable paso de los días. Entre una entrada y la siguiente pueden haber pasado dos meses o casi dos semanas, sin embargo, ese lapso de tiempo solo es percibido desde fuera y no desde dentro. Esta es la esencia de la relatividad. La medida del tiempo no es la misma desde dentro que desde fuera o la misma velocidad, que se percibe como más lenta, cuando más lejos se esté del objeto en movimiento. En la vela apenas ya hay nada que la mantenga encendida, pero ahí sigue.

     ¿Hasta cuando arde la llama?. Hasta el mismo final, hasta el último instante. Observar ese momento es algo hechizante, porque en ese estado final nada puede predecirse sobre su posible duración. Ya no hay casi aceite, cera o parafina, sin embargo la llama arde, ilumina y sigue dando calor. Eso sí, basta un leve movimiento para que se apague en ese mismo instante. Lo que se ve, puede ser descrito pero no debe alterarse. Estaremos aquí hasta el instante final, sea cuando sea.

        Son bastantes los que nos preguntas por qué hacemos esto, o hasta cuando estaremos aquí y son preguntas que en algún momento también nos hacemos. Lo preguntan tanto aquellos que nos apoyan, aunque sea en el silencio, como quienes quieren nuestro final. Ni un grupo, ni otro, ni nosotros mismos, esparábamos estar aquí a estas alturas, a una fecha tan lejana desde el inicio. No tenemos una respuesta. Lo más cercano se sintetiza en la cita que precede a esta explicación. Habrá otras, pero no la hemos encontrado.

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