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El Año Nuevo Judío
Y le dijo Moisés: «Está bien. Iré a los hijos de Israel y les diré: «El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros, más si entonces me preguntan cuál es su Nombre, ¿Qué les diré?. Y le contestó Dios: «Yo soy El que soy» y agregó: «Así les dirás a los hijos de Israel: Yo soy me envió a vosotros. El Eterno, Dios de vuestros padres, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob me envió a vosotros. Éste es mi nombre para siempre y ésta es mi memoria de generación en generación.
Yo soy, no se dio a conocer por su nombre, por eso es El Eterno, o El que Es, y al que se adjudican otras denominaciones, como Elohim, Adonai o Yahveh, que en realidad es un acrónimo. Los Evangelios están muy conectados con La Torá o Biblia hebrea, puesto que Jesús, el Cristo, era de origen judío. Es más, en una ocasión dijo claramente: «No he venido a abolir la Ley, sino a hacerla cumplir». Es claro que se refería a la Torá, aunque Jesús, el Cristo, se refiera al Eterno como Abba, Padre.
Según relata Juan, el último de los evangelistas, al ser interrogado Jesús por los fariseos y preguntarle, para ponerle a prueba: ¿Cómo es que siendo tan joven afirmas conocer a Abraham? Porque antes de que Abraham existiera, «yo soy». La exégesis judía tiene claro que el evangelio de Juan fue escrito y transmitido por un testigo presencial, muy relacionado con la ciudad de Jerusalén.
Abba, el Padre al que se dirige Jesús, es Yo Soy, es El Eterno. En todas las trampas dialécticas o saduceas a las que le sometieron, Jesús demostró conocer muy bien La Torá, o sea La Ley, y las enseñanzas de los rabinos Hillel y Shamai, anteriores a Jesús, así como la tradición, escrita en el Talmud.
Rosh Hashaná (cabeza del año) es el Año Nuevo Judío, y en 2021 se celebra entre los días 6 y 7 de septiembre, desde la salida del Sol del primer día, hasta el ocaso en el segundo. La evolución de la teología católica haría cambiar de plano la situación, de modo que no llega a parecer que el Padrenuestro católico, no se el mismo que el Yo Soy de los judíos, pero sin embargo, sí lo son. «No tendréis otros dioses delante de mí», afirmó El Eterno.