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Este es un espacio diferente. Estará siempre activo y abierto. No habrá obligación alguna. No existirá ningún sometimiento a las exigencias de la vida cotidiana. Nada externo entrará aquí. Habrá imágenes, reflexiones, comentarios de libros, de artículos, pero todo será desde dentro hacia afuera. Será un lugar para detenerse y pensar o solo para contemplar. El interior de cada persona será el que marque si desea quedarse aquí o salir fuera y no volver. El que busque algo y lo encuentre será porque lo haya encontrado en sí mismo. Nada se encontrará en La Capilla de Juan el Bautista que uno no tenga previamente y también sucederá la situación inversa, que nada hallará quien nada tenga. Aquí quedará uno desnudo y en soledad frente a su conciencia, frente a sí mismo. Ofrecemos todo y a la vez nada. Tampoco diremos a nadie donde está, deberá encontrarla quien la busque.
Has creado un rincón mágico, místico. En el tendré la oportunidad de escribir lo que mi espíritu me guíe en ese momento. Parece un lugar también para la contemplación, esa que es imposible buscar, porque es un don de Diós como la fe, tienes que desearla para que aparezca en tu vida, y Diós te la conceda.
Has sido el precursor de un lugar diferente, al igual que el Bautista fue el precursor de Jesús.
Decia Sto. Tomás que la oración es «la expresión del deseo que el hombre tiene de Diós».
Para mì es una relación directa e intima entre el ser humano y Diós. No existe una regla determinada ni un modelo, cada uno de nosotros tiene su forma. El recogimiento de la oración ahonda en lo más profundo de nosotros. Es una necesidad, la persona busca siempre algo o alguien a quien contar sus sentimientos mas personales. En ocasiones deseamos que nuestra vida esté rodeada de afecto y humanidad pero no siempre se consigue. Las mezquindades que nos rodean, la hipocresía y el materialismo en el que vivimos nos alejan de esa relación directa con Diós. A pesar de ello, El no los pone fácil, siempre nos está dando oportunidades, se manifiesta continuamente, nos envía mensajes que no somos capaces de ver. Jesús también se revelaba y sus propios discípulos no lo veían.
Descubro en el silencio y en la oración la posibilidad de oír a Diós. En el silencio absoluto emergen de nuestro interior palabras y sentimientos de esperanza. Nos reconciliamos.
«Vanidad de vanidades. Todo es vanidad». Intentar cazar el viento. Correr trás el.(Eclesiastés)
Es una llamada a la reflexión esta lectura. Existe mucho vacío alrededor. Intentan llenarlo con la satisfación personal, el reconocimiento, el placer mundano…pero todo eso es una atadura..es tan difícil encontrar la paz. Todo se vive con prisas, sin aliento, y de repente caes en la cuenta que en lo más sencillo y frágil aparece la felicidad. Tan efímera siempre.
La oración me ayuda a frenar la vida de vértigo, a detenerme unos minutos y encontrar ese sosiego que San Pablo siempre recomendaba con la oración intensa. La madrugada es propicia para ello.
Cuatro meses después de haber creado este lugar, creo que se ha consolidado como lugar mágico y de retiro. Ha quedado fuera del ruido y del fragor del mundo. Hay paz entre sus muros virtuales. Cualquier lugar está siempre dentro de nosotros. Es bueno contar con un espacio que esté al margen de la inclemencia y del viento.
Hay paz, sí que la hay, y el mundo está necesitada de ella. Por eso acudo.
En médio de la crisis mundial algo tan fácil como cultivar un poco la espiritualidad no está de más. El mundo necesita defender la dignidad humana, y eso es algo que se habla poco, se queda al margen, solo escuchamos gritar.
Voy a dejar un pequeño fragmento del libro «La voz del Arco iris» de Leonardo Boff.
«..alimentar la espiritualidad significa estar abierto a todo lo que es portador de vida, cultivar el espacio interior a partir del cual todas las cosas se ligan, superar compartimentos estancos, captar la totalidad y vivenciar las realidades como los valores, evocaciones y símbolos de una dimensión más profunda»
Esto que dice Boff, me gusta mucho Cruz de Malta.
Pronto hará un año que creaste este lugar. Con un número de entradas suficientes para tener una referencia en donde buscar y encontrar.
A día de hoy, con El Bautista empezaste y la última entrada también nombra a San Juan, como advocación de una iglesia en Almería.
Se echan de menos más entradas en la capilla.
En este instante, hace ahora un año escribí por primera vez en este lugar. Como ya dije hace unos días, el mundo también está necesitado de recogimiento y espiritualidad. Es necesario parar un poco y leer cosas diferentes, algunas históricas. En ocasiones he sentido deseos de escribir aquí, de hacer mis propias entradas, de complementar, quizás porque es tan especifico que tienen cabida determinados temas que a mi me gustan. La capilla es diferente y me alegro que esté consolidada y guste a tus lectores.
Frente a tu conciencia y frente a tí mismo, no.
Frente a nada, a la espera. Es como una entrega amorosa.
Bienvenida a este lugar. Aquí hay otras reglas o quizá sean las mismas, solo que apenas hay gente. Pocos miran y son menos los que se quedan. Veo que nos estás analizando a fondo. Los retazos que muestras de tí son muy interesantes. También insinúas muchas cosas, sin desvelar tu misterio, que es mucho.
A Cruz de Malta, que es esencialmente espíritu, le gustaría que apareciese más por aquí. La guerra ha sido muy dura fuera. Todavía estoy varado en el lago de la duda. Todo debe o va a cambiar, eso sí lo sé.
Otra vez estoy aquí. Esta mañana se me ocurrió algo para poner mañana de San Juan de la Cruz (mi santo favorito) y después encontré por otro pasadizo una fecha: 14 de diciembre.
Para cualquiera que se inicie en los misterios de la Capilla de Juan el Bautista, le recomiendo que empiece por aquí, por la primera entrada. Hasta aquí se llega de modo casual o por invitación. Solo se queda quien quiere y se es muy exigente con las normas. Ninguna perturbación del mundo puede entrar aquí, y si entra se la saca, sin contemplaciones. Aquí no hay diálogos o debates salvo sobre aquello que se escribe, que solo tiene sentido aquí dentro.
Hubo quién entró, como MIG, y luego ya no colaboró nunca más. Aquí se es libre, pero también se está obligado a unas normas estrictas, destinadas a la preservación del silencio del lugar. Nadie, ni incluso yo, puede saltárselas.
Aquí los silencios pueden ser muy prolongados, ni siquiera soy yo el que más escribe o comenta en La Capilla.
Esta entrada, pese a haberla escrito yo, todavía me sigue diciendo cosas. Todo lo que quería decir al crear este lugar, está expresado en estas pocas líneas. Cada vez me siento más vinculado a este espacio.
Un año y medio desde que fue creado este espacio, y parece que ahora empezamos a tener el control sobre él. Todavía entran pocas/os a comentar cosas, pero lo acabarán haciendo muchas/os mas. Las cosas toman forma pasado algún tiempo, cuando empiezan a consolidarse.
Dice arriba que a Cruz de Malta le gustaría que apareciese más por aquí.
Y lo mantiene.
Sublime, no había leído esta entrada. Creo que estás fundando una nueva Fe.