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Crucificado. Capilla Hospital Militar

                  Capilla del Hospital Militar de Melilla

Entre 1978 y 1988, las iglesias de Melilla fueron víctimas del furor iconoclasta. Era iglesias ricamente adornadas, llenas de imágenes, algunas de gran calidad, donadas por particulares y por instituciones. Esta ciudad ha sido siempre muy cosmopolita, pues aglutinaba a ciudadanos procedentes de todas las regiones de España. En el caso de los miles de soldados de reemplazo que pasaron por estas tierras, solían querer dejar su impronta con las imágenes más emblemáticas de sus regiones o ciudades. La capilla de Hospital Militar de la ciudad quiso contar con las más representativas de toda España. Era una de las más ricamente adornadas, y fue inaugurada en 1942. En la actualidad queda poco de toda aquella profusión de exornos, pero se intuye lo que debió atesorar.

La visité en 2007 para mi serie: «Una visión heterodoxa de las iglesias de Melilla». No había entrado en esta iglesia desde hacía más de 20 años. Entonces no me fijé en casi nada. Hoy lleva más de 10 años cerrada. En esta última visita me llamó la atención esa imagen del crucificado y también el lugar sobre el que reposa, acompañado por dos faroles que le dan un aspecto espléndido. El rojo de la tela que le sirve de fondo le da una sensacion de paz y de relajación. Invita a la contemplación sin mas y al final resulta envolvente la sensacion de paz que transmite. No hay sensación de dolor,  ni exceso de sufrimiento, ni la exageración en la expresividad que se aprecia en las imágenes modernas. Pretende ofrecer una imagen clásica y reposada a la vez. Se ajusta a los cánones  de un crucificado, sin pretender conmover al que mira, ni condicionar la imagen del que mira.  Está realziada en algún taller de Málaga en los años 40 del siglo pasado. En las notas periodisticas sobre la inauguración de la capilla, no cosan ninguna anotación sobre su autoría.

      La traigo aquí por que es la imagen que he escogido para el almanaque de bolsillo del año 2013, y por que me gusta su serena belleza.  Es apacible. No cansa su contemplación.

Nota: La primera denominacion del Hospital Militar de Melilla, fue la de Hospital del Docker, por el tipo de barracones usados en su construcción.