- velas encendidas
- Crucificado
- Capilla nocturna
- Tía Mercedes
En la muerte de Mercedes Delgado
Así reza la parte final de una de las oraciones, la salve, que se recita en el Rosario: «Ruega por nosotros… ahora y en la hora de nuestra muerte, amén». El pasado 6 de enero falleció en Segovia mi Tía Mercedes. Había acudido a verla, y también a despedirme de ella el pasado 26 y 27 de diciembre. Esta imagen está tomada en el que todavía es su piso de El Escorial, un piso en el que no volverán a estar más, ninguna de las tres hermanas, Carmen, Luisa y Mercedes. Lo adquirieron hace varias décadas. He pasado muchas navidades y vacaciones allí, con ellas. Son cientos de recuerdos que pasan por mi cabeza con celeridad. Si en algún sitio están, o yo las recuerdo, es en este lugar. Todos los viernes, cuando terminaban su jornada laboral como funcionarias del Estado, cogían el autobús y pasaban el fin de semana allí, hasta el domingo por la tarde, cuando regresaban. Fue su descanso y su refugio durante muchos años. Era el lugar al que siempre querían volver, y al que ya nunca volverán. Es duro, pero no volveremos a ver a ningún ser querido, en la forma en la que le conocimo.
La despido aquí, en este lugar tranquilo, alejado del ruido y del estruendo del Alminar. La capilla del Bautista no es lo que parece. No es un lugar religioso. Aquí se está frente a la verdad desnuda de todo adorno o etiqueta. Hoy monseñor Buxarrais le dedicó su misa. Todo un privilegio.
Muy bonito homenaje a un ser querido.
No digas que la capilla no es lo que parece. Sí lo es. No te preocupes de las etiquetas. Será para cada cual lo que necesite que sea. Que cada uno lo interprete a su modo. A veces buscamos los lugares religiosos para retiro o silencio, cuando podríamos hacerlo en nuestras casas. Lo importante es encontrar ese lugar.
Este es el lugar que tú has querido elegir para homenajear a quien tanto has querido. Creo que no estamos legitimados para discrepar. Tu voluntad ha sido esta, y aquí han quedado reflejados tus sentimientos mas íntimos. Me uno a tu reflexión y a tu dolor. Y también a tu silencio.Que Monseñor Buxarrais siga siendo bálsamo para nuestras heridas. Mi sentimiento y solidaridad para tí y para toda tu familia.
Gracias Imparcial. Este lugar de momento está a salvo de todo. Es un refugio, un lugar aislado.