- Tres velas encendidas
- Llamaradas
- La luz de las velas
Con un ojo durmiendo, con otro velando y viendo
El uso de la electricidad es muy reciente, durante siglos o milenios, la humanidad se alumbró en la oscuridad con la luz de las velas y de las antorchas. Por este motivo los refranes y dicho sobre las velas la propia acción de velar son cientos.
La luz de las velas enseña muchas cosas y se pueden observar decenas de matices y realizar diferentes composiciones. Nunca alumbra igual una vela y su llama no se extingue hasta el final, pese a su aparente debilidad. No es fácil apagar una vela con el aire o soplando sobre ella. Para poder apagarlas se diseñó un instrumento llamado apagavelas. Las metáforas y parábolas que pueden escribirse sobre su luz y las comparaciones con la vida y acciones humanas son tantas, como la imaginación y la habilidad en la escritura permitan.
A veces, la única acción posible es la de mantener la llama encendida, lo que requiere mucha atención y una vigilancia constante. Una vela debe ser sustituida por otra, de modo que esa acción llega a ser todo el objetivo. Que la llama siga encendida, que nada apague la vela, colocarlas en el lugar correcto, mantenerlas y sustituirlas. Ahora mismo, éste es todo nuestro objetivo.
Ahora en las casas se usan con fines decorativos o para crear ambientes. También hay quien las mantiene encendidas siempre. Recuerdo a mis abuelos que me contaban historias y relatos antiguos, casi todos ellos ocurridos a la luz de las velas o antorchas, porque no había otro modo de alumbrarse, sobre todo en los pueblos.
Cuentan los textos sagrados que al caer la noche y cuando apareció la primera estrella en el cielo, ya reunido Jesús con los apóstoles en el Cenáculo, se encendieron las velas en la mesa, para dar paso a la que sería la Última Cena.
Lo único que puede hacerse ahora mismo, es mantener el candil encendido. Así quien busque esa llama, siempre la encontrará encendida. Aunque no escribamos, estamos ahí, en permanente vela. ¿Para qué, con qué objetivo, por qué?. Todo se irá manifestando poco a poco.
A veces ya no apetece volver a salir de aquí, aunque en ocasiones tarde mucho en regresar. Sin embargo, este lugar atrae cada vez con más fuerza. Quien entra una vez y capta su luz y su llamada, ya no puede volver a dejar de acudir a su cita.
Ahora ya casi nadie escribe en ningún lado, pero eso ya no importa. Esta lugar apenas está anunciado, pues debe descubrirse. En eso si nos hemos mantenido fieles a las intenciones expresadas en la primera entrada, publicada hace ya dos años. https://santuariodejuanelbautista.wordpress.com/2012/07/25/espacio-en-construccion/