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El Real Sitio de San Ildefonso, conocido popularmente como La Granja, alberga una de la pocas tumbas de Reyes de España, que están fuera de San Lorenzo de El Escorial, en donde están enterrados todos los Austrias y gran parte de los Borbones.

Felipe V, el edificador del palacio Real de San Ildefonso, era un monarca extremadamente religioso, por eso mandó construir la capilla o Real Colegiata de la Santísima Trinidad delante de su palacio, dejando claro que Dios estaba por delante de cualquiera de sus acciones. El primer rey Borbón de todas las Españas era un príncipe francés, preparado para reinar, pero que probablemente no pensó en hacerlo. Sus depresiones e intentos de abandono de la Corona fueron constantes, tanto que en su última etapa de reinado, se desentendió de las actividades propias de un regente. Tanto que se le apodó como «el rey fantasma».

El fin de Carlos II en 1700, el último de Los Austrias españoles, y unas complicadas negociaciones sucesorias, le otorgaron la Corona del todavía Imperio más grande del mundo, el español. Una vez llegado a España fue un español mas, tanto que llegó a decir que: «Por nada del mundo abandonaría el suelo español»1, en uno de los momentos más crudos de la guerra sucesoria contra Carlos de Habsburgo, apoyado por Cataluña y el Reino de Aragón.

Lo que nos interesa aquí, es que modificó el austero estilo arquitectónico de los Austrias españoles, adornando con diferentes elementos decorativos las obras públicas, en este caso los Palacios Reales y sus edificios auxiliares. Para dar una mayor sensación de esbeltez, las torres se adornaban con pináculos y tejados con formas piramidales y abundancia de líneas rectas, rematadas eso sí, por veletas y pararrayos, en cuyo punto más alto se situaban las cruces, para señalar de modo directo al cielo.

Los remates de los edificios del Palacio Real de San Ildefonso, mantienen el estilo anterior, pero en evolución hacia formas más redondas, asemejando en ocasiones a las cúpulas de los edificios bizantinos. No llegan a serlo pero consiguen un efecto cercano, en las cúpulas exteriores de la Real Colegiata, que también es su lugar de reposo eterno.

Nota:1 Felipe V, El rey fantasma. Francisco Alonso-Fernández, Almuzara.