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La vela de cera crea un ambiente de recogimiento, tiene un olor especial, crea una luminosidad específica, que las hace distintas a todas. Encender una vela, colocarla en un determinado lugar, bajo una imagen concreta, o en una ubicación especial, confiere a ese pequeño acto un significación distinta. En un momento concreto fueron eliminadas de casi todas las iglesias y sustituidos por fríos lampararios eléctricos que no promueven la reflexión o el detenerse en un lugar concreto. Nunca se vio arder iglesia o templo por las velas de cera. Las velas que están dentro de la protección de plástico son muy seguras. Una persona encargada de recogerlas, que siempre habría dispuestas a ello, sería suficiente para ir quitando las ya gastadas. Algunas pueden arden durante varios días, y esa mezcla de velas nuevas y otras más gastadas confieren un ambiente especial a los templos.
Entrar en una vieja iglesia, o en pequeña una capilla por la tarde y percibir el aroma de la cera, incluso su calor, o recrearse en los diferentes tonos de luz que confieren al entorno, o a la nave en su conjunto, resulta especial y relajante, como el mismo acto de encenderlas, verlas arder y consumirse. Implicaría también cierta libertad, cierta participación, tanto para el fiel como el visitante que se acerca a un templo.
Una entrada muy especial.
Ya no recuerdo bien, la primera fotografía del Nazareno es también la iglesia del pueblo, creo recordar.
Pues sí, los lampararios electricos han restado encanto a esos lugares y pequeñas capillas. No es igual la magia de las velas y la luz que reflejan. Es difícil encontrar ahora una iglesia donde te permitan encender velas de cera. Y si lo haces enseguida las apagan. También con los lampararios recogen una pequeña contribución para el templo, quizás ese sea uno de los motivos.
Bonitas fotos. Especialmente la segunda donde se aprecian las dos velas delante de la Virgen.
Me hubiese gustado hacer una entrada algo más profunda. Estaba algo acuciado por la cantidad de días que llevaba sin escribir nada aquí. Resulta desconcertante ver de que manera pasan los días. Me descuido y descubro que han pasado tres semanas, sin entradas, en La Capilla del Bautista.
Siempre tienes la posibilidad de ampliarla. Tu puedes.
En Melilla ya solo se puede poner velas en el templo patronal. La velas están allí, tu las coges y luego haces igual tu donativo o limosna. Creo que indicando que solo se ponga ese tipo de velas con protección, y con una o dos personas encargadas de recogerlas, no causarían mayores problemas.
Encender velas es una tradición que comenzó incluso bastantes años antes de la venida de Jesucristo. Parece estar relacionado con las creencias religiosas, pero también tiene otras interpretaciones. Siempre me han gustado las velas de cera. Las uso como ambientación, para acompañar una celebración o para determinadas reuniones. Me inspiran una sensación relajante. No es igual una cena a la luz de las velas que con un intenso foco. También en las iglesias se encienden velas con intenciones. Recientemente en una iglesia que visitė, en la que sólo hay lámpararios eléctricos, solicitė permiso para encender dos velas de cera a una virgen dolorosa.
Las encendí, y estuvieron alumbrando su capilla durante toda la misa. A su término pasaron al altar mayor, junto al santísimo, y bajo la figura de Juan El Bautista que había en esa parroquia.