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Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Juan 5, 35-36

La oscuridad se cierne en nuestro derredor, igual hoy que antaño, pues siempre ha habido tiempos de zozobra y también las personas buscaron un instante de luz. Juan anunció la luz durante años,él era la voz que predicaba en el desierto, ofreciendo solo la palabra y el agua, y ambas cosas proporcionaban calma, un instante de paz, y la gente llegó a pensar que él era el Mesías. Tanto era así que los sanedrines enviaban personas para interrogarle, y él les respondía a todos que no: yo no soy el Mesías, sino el que ha sido enviado antes que él.
Marcos 1, 5 lo escribió: Acudía a él toda la región de Judea y toda la gente de Jerusalén, Él los bautizaba con agua del río Jordán y confesaba sus pecados.
En Lucas 7, 20; vemos que los discípulos de Juan y de Jesús se cruzaban mensajes, incluso Juan llegó a desesperarse por la tardanza en anunciarse, tanto que le responde así a su primo hermano: ¿eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?.
Es el evangelista Marcos en el capítulo 6, 17-26, el que aclara el final del Bautista. Al tetrarca Herodes: le gustaba escucharlo aunque le dejara muy perplejo. Herodes tenía preso a Juan por el hecho de haber criticado su casamiento con Herodias, la mujer de su hermano, y Herodias quería acabar con él pero no podía. En un cena, y bajo el poder del vino, tras la célebre danza de la hija de Heroidas, el Tetrarca le promete ofrecerle cualquier cosa, y ésta le pide «la cabeza del Bautista».
Las conclusiones que puede extraerse del episodio son muchas, y una de las principales es la de que la gente suele acabar con aquel que en un momento dado, ofrece algún tipo de luz o guía. Personajes como el Bautista, inofensivos desde cualquier punto de vista, suelen resultar incómodos.
No vamos a caer tampoco en la explicación fácil de que fueron Herodias o su hija las causantes de su destrucción, pues el evangelista lo deja muy claro: Herodias odiaba al Bautista, pero nada podía contra él. Es la autosuficiencia del Tetrarca el que levanta la protección sobre Juan, cuando corrompido por el vino y la lujuria pronuncia su imprudente frase: pídeme lo que que quieras.
La petición fue la cabeza del Bautista y de ahí la importancia de la reliquia, que dicen fue venerada por Templarios y Hospitalarios. En al menos tres iglesias europeas, se venera como objeto de culto un cráneo completo del Batuista.
Hoy 29 de agosto se conmemora el martirio del Bautista, y con esta entrada volvemos al inicio de esta capilla, que iniciamos con las explicaciones sobre sus reliquias, muy veneradas en diversos lugares.
Nota: En Ouxda (Narruecos), hay un lugar que se llama Sidi Yahia Benyounes, y dicen que es el lugar que alberga el cuerpo del Bautista.
https://santuariodejuanelbautista.wordpress.com/2012/08/07/sidi-yahia-benyouness-2/
http://elalminardemelilla.com/2012/06/24/los-lugares-de-juan-el-bautista/