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En todo siempre hay un instante imprescindible sobre el que se sostiene todo, igual que la piedra angular del arco. En un solo momento se puede venir abajo una torre, pero no vamos a escribir sobre lo que se destruye, sino sobre lo que puede construirse. Todo es muchísimo más frágil de lo que creemos. Nuestras vidas está organizadas de tal modo que la mayor parte de las cosas no dependen de nosotros. Los dados del azar son lanzados una y otra vez a nuestro alrededor. Todo lo que vemos, lo que tenemos, puede desaparecer en un instante. Todo lo que construimos o intentamos construir también. Hay un instante que convierte todo en polvo y otro que edifica. Esto sucede también en la liturgia cristiana, Hay un instante endeble, casi imperceptible, sobre el que descansa, no solo el hipotético misterio de la misa, sino también casi todo el misterio de la Fe en Cristo.
El instante de la transustanciación
Transustanciación, el cambio de sustancia y de forma. Lo que era al inicio del oficio religioso, se transforma por medio de la palabra y del rito en algo distinto. Esta es la clave. O se cree en esto, o nada vale. Es un instante que vale un mundo, también una vida, y una Fe. Esto sucede en muchos otros campos de la vida. Hay instantes que transforman todo, que edifican, o que destruyen.
No hay acuerdo entre las dos grandes iglesias cristianas, la de Occidente y la Ortodoxa sobre este momento. Para la Iglesia de Roma es el momento en el que el sacerdote pronuncia las palabras: este es mi cuerpo…esta es mi sangre, cuando se produce esta transformación. En Oriente se piensa que antes de ese momento, y por la intervención previa del Espíritu Santo, la transformación ya se ha producido. Aparte, en Oriente no se utiliza el pan ácimo, sin levadura, para la eucaristía.
Como puede verse, y hasta en algo tan trascendental como esto, siempre hay otro modo de ver las cosas.
Nota: http://principioscatolicos.blogspot.com.es/2009/04/que-es-la-transustanciacion.html
¿Te refieres al instante de la consagración del pan y el vino ( cuerpo y sangre)?
Cuánta razón al decir que en un instante todo puede cambiar, incluso lo impredecible. Hay incluso quien sostiene que cualquier cambio es positivo, porque esa es la razón de la vida ( que el agua fluya).
Sí, Ego, me refiero a la transustanciación, o al instante de la consagración, aunque también es una entrada algo más amplia, que no pretende quedar reducida una sola cosa. Los cambios se producen en la vida, en todo. No todos los cambios son buenos, pero de cualquier circunstancia siempre podremos sacar algo bueno.
Se ve a Buxarrais como invocando a espíritus frente a una copa y un ritual de extrema peligrosidad. Quizás para que le guíen y apoyen.