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           Todos necesitamos protección, pero las mujeres más. En cualquier sociedad, bajo cualquier cultura, ideología o religión, en cualquier etapa histórica, las mujeres han sido y son hostilizadas y víctimas de toda clase de discriminaciones y de abusos bajo la sociedad patriarcal. En todas esas etapas las mujeres han buscado cómo protegerse frente a una realidad social enemiga de ellas. En el mundo cristiano occidental buscaron amparo bajo la figura de esta joven italiana de la región de Catania, que sufrió torturas por resistirse a ser víctima de abusos sexuales por parte de un gobernador romano. Pese a la claridad del ejemplo, la Iglesia de Roma solo hizo hincapié en su resistencia en defensa de la virtud, aunque bien es verdad que hasta hace muy pocas décadas no se ha tomado conciencia del abuso sexual sobre las mujeres.

            El caso es que las mujeres tomaron nota de su ejemplo y no olvidaron su  martirio (5 de febrero de 252),  cuya motivo era moneda de uso corriente  y la designaron como protectora. Ante un mundo en el que no había a quién recurrir ni pedir protección frente a la agresiva sexualidad del varón, solo cabía el recurso a «la divinidad». Los escabrosos detalles de sus torturas es mejor ahorrárselos, pero era, e imaginamos que todavía sigue siendo, invocada para las dolencias de los pechos. Sin embargo, esto solo era efectivo o válido para el mundo católico romano.

          Febrero es un mes femenino, creo que es el único dedicado a una diosa (februa), y la festividad de las águedas es una celebración de mujeres. Hubo un tiempo en que las imágenes y ciertos cultos eran parte de la vida de las personas. Los abusos y las injusticias asolaban a todas las sociedades y la gente, sobre todo las mujeres, no encontraban protección alguna. Las divinidades femeninas siguen existiendo, aunque más ocultas y olvidadas, porque las mujeres siguen teniendo los mismo problemas. Nunca está demás recordar algunas cosas.

         Nota: http://corazones.org/santos/agueda.htm