- Velones
- Capilla Centro Asistencial
Dos años y 10.000 visitas
Ciertamente la mies es mucha, pero los obreros pocos. Por eso, pedidle al dueño de la mies que mande obreros a recogerla, Andad y ved que os envío como a corderos en medios de lobos. No llevéis bolsas, ni monedero, ni sandalias, y no os detengáis a saludar a nadie en el camino. Cuando entréis en una casa, saludad primero diciendo: Paz a esta casa Si en ella hay gente de paz, vuestro deseo de paz se cumplirá; si no, no se cumplirá. Lucas 10, 1-5
Hace dos años que cree esta lugar de reposo, meditación y paz. Aquí no ha entrado la guerra, aunque hubo algunos intentos que fueron cercenados desde el primer instante. Dos años y 10.000 visitas, una cifra realmente grande para un blog de este tipo. Aquí no hay religión oficial, ni doctrinas ni dogmas de tipo alguno. Hay lo que cada una/o quiere encontrar en él, pero para encontrar algo, primero debe tenerlo dentro de sí. Quien busque y venga en paz, la encontrará. Quien busque luz, primero debe albergarla dentro de sí, y la hallará, y verá nuestra llama siempre encendida. Este lugar se mantiene en penumbra, porque así la pequeña lámpara que lo ilumina, hace apreciar mejor los detalles, pero aquí no hay sombras.
La mies es mucha, y los trabajadores muy pocos. Fuera esperan el frío y los lobos. Muchas veces los representantes oficiales de la Fe están llenos de sombras y por eso mucha gente anda confundida. Hay demasiados señuelos y luces muy llamativas tras las que no hay nada. Hay muchos que están seguros de sí mismos, porque jamás se han enfrentado a nada que los ponga en cuestión. Algunos sí hemos mirado muy de cerca al diablo, y hemos visto su obra, el mal. Cuando eso ocurre, desaparece toda convicción.
Necesitamos la luz y la señal constantemente, al igual que todos los días necesitamos que el Sol vuelva a salir. La única manera de continuar es esa. La mayor parte de las veces, caminamos sobre las espinas de la duda, buscando la luz con las manos. Si se mantienen encendidas, siempre se encuentran.
Esta capilla puede estar en cualquier lugar y las luces encenderse en cualquier parte. Los actos valen por su intención.
Por ello siempre hay que tener cuidado en la intención que se le pone a lo que hacemos o decimos en un momento dado, para no hacer daño. Cuanto más limpio o pura sea la intención así serán los actos.
El Papa Urbano VIII decía: El buen cristiano, mata a su hermano hereje con las entrañas abrasadas de amor a Dios. Estoy lejos de cierto tipo de pureza, pues puede haber un intención pura en el origen y un resultado dañino en el final.
Hay cierta fe, cierta convicción, que solo sirve de escudo para la conciencia. Crea una moral paralela que hace impermeable la conciencia ante cualquier acto.
«No tengo confianza en la fe, en nombre de ella, he visto a fanáticos de todas las religiones, hacer atrocidades», se dice en mi película favorita, El Reino de Los Cielos.
El radicalismo no es bueno, es destructivo.
Una luz que te guíe en la oscuridad siempre es de agradecer.
Gracias.
Lo importante es siempre la intención con la que se hagan las cosas, no en nombre de qué. Hay quienes hacen cosas buenas y ayudan al prójimo porque así serán salvos a ojos de Dios y alcanzarán la vida eterna, o sea, que lo hacen por un premio posterior, y eso no es del todo correcto. Las cosas hay que hacerlas, porque es lo que haces cada día lo que te convierte en una buena persona o no.
No somos peores que ellos, no son mejores que nosotros.
Ni todo el mundo es bueno, ni todo el mundo es malo.
«Ciertamente, la recompensa de los hechos se juzga de acuerdo a las intenciones, y cada persona será juzgada según su intención». Esto dice el dicho 1º o hadiz del profeta de los musulmanes. Con una buena intención se puede provocar una catástrofe, sin embargo con una mala intención no suele suceder lo contrario, aunque a veces, de un mal, se puede obtener un bien.
Veamos pues los hechos y también las intenciones.
Los hechos son los hechos, y a ellos hay que prestarles atencion. No obstante, siempre pueden producirse malinterpretaciones de los hechos, y de las intenciones.
No entiendo ese concepto de fe que lleva a cometer atrocidades, cómo se llama fe a eso. Para mí, la fe es un sentimiento, una experiencia personal que te lleva a creer y a tratar de entender a Dios, que es incompatible con las atrocidades.
Lo otro, es aceptar que alguien te dice que Dios existe y que te obliga a obedecer cualquier cosa, no es algo que esté dentro de tí, como debe estar la fe. Creo.
Me doy cuenta de que estoy hablando en la posición de las de abajo, no se me ha ocurrido ponerme en la otra. Pensándolo, los que mandan tienen todavía menos fe, solo utilizan la idea de Dios para conseguir sus fines, que son de este mundo.
Siempre hay que recurrir a Juan: Os voy a decir esto para que no os vengáis abajo. Se acerca la hora en que todo aquel que os de muerte se figure que ofrece culto a Dios. Y obrarán así porque no han conocido al Padre, ni tampoco a mí. Juan 16, 1-3
En todos los billetes de dólar aparece la leyenda: In God we truts (En Dios confiámos) y es el lema oficial de los EE.UU.