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           Dolores del Real, que quiso ser Servitas

     Han pasado ya muchos años, desde que dedicara unas navidades, y muchos meses de trabajo,  a la búsqueda virgen de Los Dolores del Real, desde que desapareciera en 1978, de la parroquia de San Agustín. Las casualidades se armaron solas en el año 2007, porque las cosas solo aparecen cuando quieren ser encontradas, y ante quienes quieren que las encuentre. En caso contrario, permanecen escondidas durante siglos. En los primeros años de la década de 1940, se fundó la Semana Santa de Melilla, hasta entonces reducida exclusivamente a las procesiones en Melilla La Vieja. Las parroquias se llenaron de imágenes y pasos procesionales, pagados por familias adineradas o por las pequeñas aportaciones de las gentes humildes, más importantes estas últimas que las primeras.

       Don vírgenes llegaron a las calles de Melilla, La Soledad de la Parroquia arciprestal del Sagrado Corazón, y la Dolorosa del Barrio del Real. En aquellos primeros años del nacional-catolicismo, imperaba el austero estilo de Los Servitas, cofradía o advocación fundada en el siglo XIII por San Felipe Benicio, y otros varones conocidos como los siete santos fundadores de Servitas o Siervos de María: Bonfilio, Bartolomé, Juan, Benedicto; Gerardino, Ricovero y Alejo. El culto prende muy rápido y se arraiga en diversas ciudades, siendo las principales, o más conocidas, las de Sevilla y Málaga. No solo es un tipo de culto, sino también un estilo. Las santos fundadores Servitas se conmemoran el día 17 de febrero.

                                  Dolores del Real y Servitas

            Las dos vírgenes melillenses, Soledad y Dolores del Real, imitaban el estilo y el tipo de culto de los Servitas, aunque la imagen de la Soledad se asemejaba más a una dolorosa moderna, con un gesto más dulcificado y menos expresivo. Cuando vi por primera y única vez a la desaparecida virgen melillense en la localidad almeriense de Barlerma, me sorprendió el retorcimiento de su figura y su demudado rostro, no parecía una imagen fácil de mirar. Fue una conmoción en el mundo religioso de Melilla, porque nadie había vuelto a verla, y nadie sabía en dónde se encontraba. Es una de esas muchos sucesos que se escondieron deliberadamente en el olvido. Los padres Paúles vendieron las imágenes, en una decisión inexplicable e injustificable, causando un dolor inmenso en la feligresía del Barrio del Real. Todo esto lo escribí y publiqué en el año 2007.

             Tuvieron que transcurrir siete años mas (siete es el número de Servitas), 2007 fue el año de localización de la virgen; para que en 2014 contemplara por primera vez a la Virgen de Servitas en su parroquia malagueña. Me sorprendió igualmente la intensidad y el retorcimiento de su gesto, pero no relacioné entonces esa similitud, entre las vírgenes de Málaga y de Melilla. Hace uno o dos meses, repasando los inmensos archivos fotográficos del Alminar, volví a ver las fotos de la antigua virgen del Real, y entonces ya sí relacioné el gesto de la antigua virgen melillense,  con la imagen de Servitas malacitana.

               La antigua imagen melillense se encuentra desde finales de la década de 1970 en Barlerma, Almería, en la parroquia de La Concepción. Cuando localicé la imagen en el año 2007, no se separó de nosotros en ningún momento, una mujer del pueblo, extrañada y recelosa de que mostráramos interés en esa virgen. Dijimos que éramos de Melilla, pero que nuestro único interés era verla y fotografiarla, pues su paradero era desconocido.