Etiquetas

, ,

 

Saint Nicolas des Lorraines á Rome

  San Nicolás es el santo de Oriente, el protector de los niños, de las mujeres y de los viajeros. Lorraine (Lorena) es un antiguo ducado francés, que en su tiempo fue una nación independiente.  En 1378, el Papa Gregorio XI puso fin la cisma de Aviñón (Avignon) y se trasladó de modo definitivo a Roma. Con él , se trasladó una comunidad francófona, que se convirtió en un firme y sólido apoyo del Papado.

      En principio fundaron una congregación o comunidad dedicada a San Luis, integrada en La Curia pontificia. Con el paso del tiempo, llegaron a tener una gran influencia, obteniendo incluso la púrpura cardenalicia algún miembro de la familia ducal de Lorraine, en concreto Jean de Loorraine, nombrado cardenal por el Papa León X en 1518.

     La primera iglesia de San Nicolás de Lorena les fue concedida a la comunidad de Lorena en 1622, mediante una bula del Papa Gregorio XV. Los trabajos de construcción se iniciaron casi inmediatamente, y se finalizaron en 1636. En los siglos posteriores, y según las disponibilidades, se irían añadiendo capillas, frescos, cuadros, y decoraciones interiores.

                         Lunes de San Nicolás en Roma

        La comunidad francófona de Lorraine celebra el lunes de san Nicolás del modo habitual, abriendo la iglesia y honrando al santo con velas y oraciones. Sin embargo, este lunes era especial, porque se trataba de la festividad de San Nicolás, 6 de diciembre, aunque como tal fue descatalogada por una reforma de Pablo VI.

      A cada niño o niña que entraba en la iglesia, se le regalaba una bolsa con pequeños presentes, como mandarinas, dulces y un pequeño rosario. Seguidamente, el sacerdote titular de Saint Nicolas des Lorraines, otorgaba su bendición a cada infante. También había pequeños coros entonando canciones y oraciones, y muchos niños/as, coloreando láminas del santo oriental, enterrado en la localidad italiana de Bari, en donde reposan sus restos,  trasladados desde Myra, poco antes de que la zona cayera de modo definitivo en manos turcas. Nicolás de Mira fue obispo de esta localidad en el siglo IV.