


Desde el año 2018 y de una manera ascendente, las Jaculatorias al Espíritu Santo, publicadas en año antes, ocupan el primer puesto en la lista de los artículos más leídos cada año. Tanto es así, que las vistas totales superan ya las 6.000, o sea, el 6% de las visitas totales a la Capilla de Juan el Bautista. No encontramos explicación. Es un artículo muy sencillo, corto, y sin embargo alcanza una potencia muy elevada, tal y como es el Espíritu Santo, el mismo Dios Padre. El gran misterio que no comprendemos. Tanto es así, que hoy vamos a redactar una novena completa al Espíritu Santo. Nosotros solo ponemos en marcha fuerzas y artículos, cuyo destino y significado nos trasciende.
Novena al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor. V. Envía, Señor, tu Espíritu y se reharán los vivientes. R. Y renovarás la faz de la tierra.
Oración
¡Oh dios, que con la ilustración del Espíritu Santo has enseñado a las almas de los fieles, concédenos saber rectamente según el mismo Espíritu Santo, y gozar siempre de su consuelo! Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Oración Final
¡Oh Espíritu Santo, oh Amor divino, Bondad de Dios, Abogado de los hombres y mujeres ante el Padre, Padre de los pobres, Dador de los dones, Luz de los corazones, Consolador óptimo, Fortaleza de los débiles, Santificador de la Iglesia! Pues borras los pecados del mundo, justifícanos; envía a nuestra mente tu luz, para que conservemos la fe; difunde en nuestros corazones tu amor, para que tengamos caridad, y enriquece nuestras almas con tus virtudes y dones, para que practiquemos con fortaleza nuestros deberes de cristianos y lleguemos a vuestra Gloria, para alabaros y amaros junto al Padre y al Hijo, ¡Oh Espíritu Santo!
Día primero (en que se pide el don del temor de Dios)
¡Oh Espíritu Santo, divino Consolador! Os adoro y confieso por mi verdadero Dios, en unión del Padre y del Hijo. Os bendigo y uno mis bendiciones a las bendiciones que recibís de los Poderes celestiales. Os ofrezco mi corazón, y os doy gracias infinitas por todos los beneficios que habéis derramado y seguís derramando sobre el mundo. Y pues sois autor de todos los dones sobrenaturales, y de los inmensos favores con que colmasteis el alma de la Virgen María, Madre de Dios, visitadme, os suplico, con vuestra gracia y amor, para que inspiréis en mi el santo temor de Dios, para que no vuelva a caer en mis errores y no desfallezca. Amén. Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Día segundo (en que se pide el don de la piedad)
¡Oh Espíritu Santo, divino Consolador! Os adoro y confieso por mi verdadero Dios, en unión del Padre y del Hijo. Os bendigo y uno mis bendiciones a las bendiciones que recibís de los Poderes celestiales. Os ofrezco mi corazón, y os doy gracias infinitas por todos los beneficios que habéis derramado y seguís derramando sobre el mundo. Y pues sois autor de todos los dones sobrenaturales, y de los inmensos favores con que colmasteis el alma de la Virgen María, Madre de Dios, visitadme, os suplico, con vuestra gracia y amor, y dadme el don de la piedad, para que en lo venidero, siga con más prontitud vuestras inspiraciones y observe más fielmente vuestros mandamientos. Amén. Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Día tercero (en el que se pide el don de ciencia)
¡Oh Espíritu Santo, divino Consolador! Os adoro y confieso por mi verdadero Dios, en unión del Padre y del Hijo. Os bendigo y uno mis bendiciones a las bendiciones que recibís de los Poderes celestiales. Os ofrezco mi corazón, y os doy gracias infinitas por todos los beneficios que habéis derramado y seguís derramando sobre el mundo. Y pues sois autor de todos los dones sobrenaturales, y de los inmensos favores con que colmasteis el alma de la Virgen María, Madre de Dios, visitadme, os suplico, con vuestra gracia y amor, y dadme el don de ciencia, para que conozca bien las cosas divinas, y alumbrado por vuestras santas enseñanzas, camine sin desviarme, por la senda de la salvación eterna. Amén. Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Día cuarto (en el que se pide el don de fortaleza)
¡Oh Espíritu Santo, divino Consolador! Os adoro y confieso por mi verdadero Dios, en unión del Padre y del Hijo. Os bendigo y uno mis bendiciones a las bendiciones que recibís de los Poderes celestiales. Os ofrezco mi corazón, y os doy gracias infinitas por todos los beneficios que habéis derramado y seguís derramando sobre el mundo. Y pues sois autor de todos los dones sobrenaturales, y de los inmensos favores con que colmasteis el alma de la Virgen María, Madre de Dios, visitadme, os suplico, con vuestra gracia y amor, y dadme el don de fortaleza, para que pueda vencer valerosamente los ataques del demonio y los peligros del mundo, que se oponen a la salvación de mi alma. Amén. Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Día quinto (en el que se pide el don de consejo)
¡Oh Espíritu Santo, divino Consolador! Os adoro y confieso por mi verdadero Dios, en unión del Padre y del Hijo. Os bendigo y uno mis bendiciones a las bendiciones que recibís de los Poderes celestiales. Os ofrezco mi corazón, y os doy gracias infinitas por todos los beneficios que habéis derramado y seguís derramando sobre el mundo. Y pues sois autor de todos los dones sobrenaturales, y de los inmensos favores con que colmasteis el alma de la Virgen María, Madre de Dios, visitadme, os suplico, con vuestra gracia y amor, y dadme el don de consejo, para que sepa escoger lo que es más adecuado para espíritu, y descubrir los lazos y astucias del espíritu tentador. Amén. Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Día sexto (en el que se pide el don de entendimiento)
¡Oh Espíritu Santo, divino Consolador! Os adoro y confieso por mi verdadero Dios, en unión del Padre y del Hijo. Os bendigo y uno mis bendiciones a las bendiciones que recibís de los Poderes celestiales. Os ofrezco mi corazón, y os doy gracias infinitas por todos los beneficios que habéis derramado y seguís derramando sobre el mundo. Y pues sois autor de todos los dones sobrenaturales, y de los inmensos favores con que colmasteis el alma de la Virgen María, Madre de Dios, visitadme, os suplico, con vuestra gracia y amor, y dadme el don de entendimiento, para que puede entender los misterios divinos, y por la contemplación de las cosas celestiales, desprenda mis pensamientos de las vanidades de este mundo. Amén. Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Día séptimo (en el que se pide el don de sabiduría)
¡Oh Espíritu Santo, divino Consolador! Os adoro y confieso por mi verdadero Dios, en unión del Padre y del Hijo. Os bendigo y uno mis bendiciones a las bendiciones que recibís de los Poderes celestiales. Os ofrezco mi corazón, y os doy gracias infinitas por todos los beneficios que habéis derramado y seguís derramando sobre el mundo. Y pues sois autor de todos los dones sobrenaturales, y de los inmensos favores con que colmasteis el alma de la Virgen María, Madre de Dios, visitadme, os suplico, con vuestra gracia y amor, y dadme el don de entendimiento, para que sepa dirigir bien mis acciones, encaminándolas hacia Dios, amándole y sirviéndole en esta vida, para alcanzar la vida eterna. Amén. Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Día octavo (oración para implorar el amor de Dios)
¡Oh Espíritu Santo, divino consolador!, que descendiste a los Apóstoles en lenguas de fuego. Libradme de mis dudas y temor, y encended en mi el deseo de complaceros, alumbrando el camino de la vida con vuestra claridad, evitándome la confusión. Por el amor de Jesucristo, hacer que os honre con mi vida y actos. Invocando vuestras alabanzas y vuestra gloria, en el nombre del Padre Eterno. Amén. Padrenuestro, ave María y Gloria.
Día noveno (oración para invocar al Espíritu Santo)
Creo en vuestra existencia eterna, consustancial al Padre y al Hijo. Os pido que en vuestra bondad infinita, ayudéis a la salvación de mi alma. Vos sois el Espíritu divino; fortalecedme contra los malos espíritus, encended en mí el fuego de vuestro amor y sabiduría. Iluminadme en el camino de la vida y ayudadme apartando de mí las sombras. Que no se aparte de mí vuestra protección, vuestra gracia, vuestra santidad, vuestra gracia y vuestra misericordia. Amén. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Haciendo en privado la novena, en cualquier tiempo del año, se conceden 7 años de indulgencias cada día y plenarias tras completar la novena.
Nota:https://santuariodejuanelbautista.com/2017/03/16/jaculatorias-del-espiritu-santo/