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                  Lo que está por venir

En el tiempo de Adviento, lo que está por venir, se utilizan dos colores durante la liturgia; uno es el morado y el otro es el rosáceo. El primero, el de tonalidad más fuerte significa tiempo de penitencia, ayuno,  mortificación y sobre todo de oración. Oración para aliviar el dolor y la angustia, para mitigar la sensación de soledad y desamparo. El segundo tono, el más pálido significa el del alivio de la penitencia y se emplea en la parte final, las dos últimas semanas del tiempo de Adviento. Aquí, en esta capilla virtual tenemos nuestra propia liturgia y ritmo. Empleamos los colores, las imágenes y las velas, que mantenemos siempre encendidas, para buscar nuestro propio rito y camino. Es una senda estrecha y muy oscura a veces, en la que no siempre vemos claro. Toda penitencia debe tener fin y encontrar alivio. Eso sí, la cruz es individual, tanto allí como en el monte de la tentación se sube solo. Hay penitencia, pero también alivio. Siempre existirá la oscuridad, pero también siempre se hallará una luz que ilumine en lo oscuro.