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              Monseñor Buxarrais inicia la Cuaresma en el Centro Asistencial

      El Miércoles de Ceniza abre el tiempo de Cuaresma.  El ciclo litúrgico católico tiene 3 años diferentes, denominados A, B y C. Cada siete años los días vuelven a coincidir en la misma posición. Este año la Cuaresma se inicia el día 10 de  febrero, en pleno invierno, en el ecuador del mismo. Se conmemora también la muerte de la italiana santa Escolástica, fundadora de las monjas Benedictinas, hermana de San Benito, en 543. La santa tiene una oración especial: Deus, qui animam beatae virginis tuae Scholásticae, ad ostendendam innocentiae viam, in colummbae specie caelum penetrare fecistis; da nobis ejus meritis ita innocenter vivere, ut ad aeterna mereamur gaudia pervenire.

          Cuaresma es tiempo de oración, penitencia, limosnas y ayunos, para deshacerse de lo superfluo y fortalecer el espíritu. También puede ser el momento de reencontrar la senda perdida, o ralentizar el movimiento y avance continuo, para recuperar la perspectiva de las cosas, de la propia vida.

            Monseñor Ramón Buxarrais renunció en 1991 al ejercicio del Obispado en la ciudad de Málaga. Desde entonces han pasado ya 25 años, tiene ya 86, y sigue oficiando una misa diaria abierta a los fieles, desde 2011, cuando se marcharon de Melilla las Hijas de la Caridad. Hasta esa fecha la  oficiaba para ellas a las 6 de la mañana, y para los feligreses cada domingo. Todo ha cambiado mucho desde que él llegó a este centro. Entonces era de los más jóvenes y hoy es ya de los de mayor edad.

            Para monseñor Buxarrais la Cuaresma es un tiempo y un momento especial, que vive de modo intenso. Elabora sus propios consejos para los residentes y para los fieles que hasta allí acuden y que cada vez son más numerosos. Eso sí, todo está lejos de los focos de atención mediática. Ha creado su propia «isla de la Fe», en un lugar duro, pues convive con los ancianos y ancianas del Centro Asistencial de Melilla. Solo los muros son los mismos, todo lo demás cambia de modo constante. No solo los trabajadores, o las monjas que ya se fueron, es que como él mismo dice: «convivo a diario con la muerte». También con la enfermedad y con la invalidez de las personas que allí residen. Otros de los momentos fuertes de su Cuaresma es el Vía Crucis con los residentes del Centro, que antaño celebraba en el patio, en procesión, y que ahora, dada la edad de los asistentes, se realiza dentro de la capilla.

             Son cuarenta días, la Cuaresma de privación y abstinencia de manjares, de oración y de oraciones especiales, de ausencia de exornos en los altares, de la prevalencia del color morado en estelas y casullas, salvo que se celebre la solemnidad de algún mártir. Monseñor Buxarrais ejerce con santidad su ministerio sacerdotal.

          Como dijera Albino Luciani, el Papa Juan Pablo I: «Dadme 10 discursos menos, y un ejemplo más».

     Nota: https://www.ewtn.com/spanish/Saints/Escol%C3%A1stica.htm