Último domingo de Adviento en Cabrerizas
En la iglesia de La Medalla Milagrosa o de Batería Jota, el Vicario episcopal Roberto Rojo, celebró la festividad de la Virgen de la Esperanza y también el encendido de la 4ª y última vela del Adviento, mes inicial del calendario litúrgico católico. En la ciudad de las religiones, la parroquia de la Medalla Milagrosa conforma la frontera entre la Fe cristiana y la islámica, a la que precede en 6 siglos.Es una frontera de convivencia que debe mantenerse así, para ejemplo del mundo, en un tiempo y en un momento en el que se hace más necesaria la tolerancia y la comprensión.
«Los planes de Dios, dijo el Vicario, no siempre coinciden con los nuestros. Dios no pide permiso, se anuncia, Dios no obliga, solo llama», para añadir que: » es nuestra voluntad la que decide, aceptar o no esa proposición. Porque Dios no puede llevar a cabo sus planes solo, precisa de la colaboración de la persona, ya sea hombre o mujer. En el presente acaso, Dios escogió a una sencilla y joven mujer palestina, para el plan más alto posible, el de ser la Madre del Hijo del Hombre».
María, en su sencillez acepta y exclama: hágase tu voluntad y no la mía. «Esta es la frase clave para aceptar la voluntad de Dios, afirmó Roberto Rojo, no hay otra posible. Al hacerlo, María aceptaba un acontecimiento que no solo transformaría su vida, sino la la del Mundo entero».
«Esto es lo que hay que pensar en Navidad, siguió explicando el Vicario, más allá de las luces, los adornos, las celebraciones. ¿Estamos dispuestos a aceptar la voluntad de Dios?. Nuestro tiempo está necesitado de buenas intenciones, y para ello Dios cuenta con nosotros. No nos pone obstáculos, solo nos llama».
El acto litúrgico concluyó con la actuación del Coro de Voces Blancas del Colegio Enrique Soler.
«Ciudad de las religiones». Así lo has dejado escrito.
Magnífica reseña de la celebración de un acto entrañable, en una iglesia de barrio, en la que la feligresía arropa a sus sacerdotes, desde hace cerca de cien años. Y ahí está, Don Roberto Rojo, presidiendo y acompañando a unos fieles que no tienen párroco, y que no han dejado de trabajar y de formarse para seguir manteniendo abierta su parroquia, y dando ejemplo, «…en la frontera de la Fe»
He visto en la prensa local que se ha celebrado una bonita ceremonia en la iglesia del Sagrado Corazón, en la que los fieles se llevan en una vela parte de la llama traída de la iglesia de la Natividad en tierra Santa. Una buena idea, tan simbólica y sugerente.
http://www.melillahoy.es/noticia/81526/religion/hoy-ceremonia-de-la-luz-de-belen.html