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Las catedrales de Granada y Málaga
Un decreto especial de los Reyes Católicos obligaba a que las iglesias mayores o catedrales edificadas en las ciudades reconquistadas, tomasen el nombre de La Encarnación, tanto si se trataba de construcciones de nueva planta, como si se edificaban sobre las antiguas mezquitas aljamas, siendo este el caso de la catedral de Granada y de la iglesia mayor de Loja, y no es tan seguro en el caso de Málaga. La principales ciudades y villas del antiguo Reino Nazarí están llenas de templos de La Encarnación. En Almería ya se sabe que la mezquita aljama se encontraba en lo que hoy es la iglesia de San Juan o catedral vieja.
Las catedrales de Málaga y de Granada son los dos primeros grandes edificios renacentistas del sur de España, ambos con un nombre común, Diego de Siloé, y con notorios parecidos arquitectónicos. Ambas son también proyectos inconclusos, cuya características más visible es que tienen una sola torre.
La catedral de Granada está más encajonada en la propia ciudad, ya que al haberse rendido, se garantizó el derecho a la pervivencia de los edificios y de la estructura urbana. No fue el caso de Málaga, que al presentar una feroz y prolongada resistencia, el destino de todo el urbanismo de la ciudad musulmana fue la explanación. Este hecho determina que la catedral malagueña este más despejada de edificaciones circundantes, y no sea ese el caso del templo granadino. Ambos edificios incorporaron elementos barrocos en las etapas finales de su construcción.
La catedral de Granada tiene 57 metros de altura, mientras que las bóvedas interiores de la catedral de Málaga son las más altas de Andalucía. La altura de la torre de la catedral malagueña se eleva hasta los 84 metros, viéndose solo superada por el alminar almohade de Sevilla, más conocido como La Giralda. Ambas tienen una gran riqueza de detalles y acumulan gran cantidad de tesoros artísticos.
La custodia de la catedral de Granada es excelsa y se encuentra frente al altar mayor, además tiene un curioso efecto óptico, y es que a media distancia, la vidriera situada detrás, sobresale sobre la custodia, ofreciendo la imagen de un gran Corpus Christi.