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                       La iglesia de Nuestra Señora del Rosario

      La iglesia de Ntra. Sra. del Rosario es la primera edificada en la población del Real Sitio de San Ildefonso, extramuros del Palacio edificado por el monarca Felipe V, también conocido como el Versalles español. Iglesia se erige mediante Real Cédula en 1740 y se acaba en 1752. Su estilo es neo-clásico y también con influencias barrocas. Su plata es de tipo basilical, con una sola nave y seis capillas. Destaca también su alto campanario de ladrillo. Su interior está ricamente ornamentado, destacando  su altar mayor y las imágenes del Cristo del Perdón, que alcanzó gran fama y veneración, y la de la virgen titular de la parroquia.

          San Ildefonso, capital del catolicismo en el reinado de Isabel II

        Isabel II fue proclamada Reina de España en 1843, con 13 años de edad, reinando hasta 1868. Fue por tanto reina durante un cuarto de siglo. La importancia de su reinado para Melilla es muy grande, pues durante el mismo se tomaron decisiones que forjaron el futuro de la ciudad  como el Tratado de 1860 con el sultanato de Marruecos.

         Isabel II sintió una especial predilección por La Granja de San Ildefonso y los Reales Sitios, en los que estableció las fundaciones de los conventos de la Orden de Sor Patrocinio, monja afamada que fue guía espiritual a lo largo de su reinado. También, en esta parroquia de San Ildefonso, ejerció como párroco el también afamado Antonio María Claret, fundador de la Orden de los Misioneros Claretianos, y que también fue consejero y confesor de la Reina Isabell II. Durante esos 25 años, el Real Sitio de San Ildefonso se convirtió en «la capital del catolicismo español».

           Los detractores de Isabel II durante su reinado, que fueron muchos, idearon toda una serie de sórdidas historias relacionadas con el catolicismo ortodoxo de la Reina, y en la que mezclaron a sus dos guías o consejeros espirituales, el padre Claret y Sor Patrocino, pese a que únicamente se vieron en dos ocasiones, y en visitas o encuentros oficiales.

                             El milagro de Padre Claret

            Entre las paredes de la Iglesia del Rosario, el padre Claret tuvo una visión que le aconsejó abandonar la Corte Española, llena de intrigas, de todo tipo de asechanzas, y de relaciones personales escandalosas. Siguiendo ese consejo abandonó el cargo de confesor de la Reina en 1865, según consta en la placa de la capilla en la que se produjo, y en la que también está escrito el extraño milagro o portento, de poder utilizar su cuerpo como sagrario. Entre su numerosa producción literaria, el padre Claret escribió una pequeña guía, llena de consejos,  titulada: Camino recto y seguro para llegar al cielo, publicada en 1882.  Lo que es seguro, según voy conociendo hechos de esta historia, es que el camino lejos de ser recto, resulta tortuoso, y más que seguro, incierto y lleno de peligros, como dieron prueba con sus vidas, tanto el padre Claret como Sor María de los Dolores y Patrocinio.